Haydée, Benedetti (C) y Carpentier |
Hace 32 años, Mario Benedetti expresó ante una noticia que
lo conmovió en 1980:
Muchos escribirán, ahora y
después, y con todo derecho, sobre su gesta heroica, sobre su función de
dirigente, sobre su estilo de trabajo. Pero en estas horas, que pesadamente
continúan la escueta noticia de su muerte, quiero destacar por fin el rasgo suyo
que, a través de tantos años de convivencia, camaradería y trabajo compartido,
me impresionó más hondamente: su bondad, que era tan invencible como su coraje.
Vaya a saber por qué extrañas conexiones, ese atributo es el que hoy más me
conmueve en relación con esta muerte. A fin de cuentas, ya lo había dicho su
admirado Martí: ¡Duele mucho en la tierra un alma buena!