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domingo, 16 de junio de 2013

De cómo llegué, apasionadamente, al Moncada


Siento una peculiar pasión por los combatientes y los hechos del Moncada. Las primeras imágenes desgarradoras del 26 de julio de 1953 las vi en las páginas del libro Moncada, donde guardaba mis cuquitas. Debe ser por ello que yo también jugaba a la “clandestinidad” o combatía junto a Fidel, Abel y Haydée en aquellos días de carnavales en Santiago de Cuba.
Cuando por fin fui creciendo, comprendí mejor la trascendencia de aquellos hechos. Y mi primera visita al Cuartel Militar, convertido hoy en museo y escuela, fue como reencarnar aquellos protagónicos de las escenas de asaltos y luchas contra la tiranía batistiana que me inventaba con mis muñecas de papel.
Fue la foto de José Luis Tassende, a punto de morir y mirando fijamente a la cámara, la más impactante para mí. Aún lo es.
Por eso este compendio que me regalo para quienes aún no conocen esta etapa triste, valiente y trascendente en la historia cubana.

Etapa donde varias familias perdieron  a sus hijos, pero ganaron una Revolución.
Hace años que conozco de aquellos sucesos a través de Haydée, que llegó a mi vida de la mano de mi madre, como si el destino quisiese que a pesar de su muerte (8 años antes mi nacimiento),  estuviéramos juntas.
Por eso este aparte especial para ella, su hermano menor Abel y su novio Boris Luis. Herida de muerte aquel 26 de julio de 1953, Haydée siguió viva, tal vez para conocer a mi madre en 1960 y a través de ella, vivir siempre en mí.
Harán este julio, 60 años de aquellos acontecimientos duros del Moncada. Por eso en homenaje a los 61 hombres que cayeron, a los que sobrevivieron y a los que nacieron después, como yo, es este dossier.
Carente de recursos, y con más de 50 horas extras frente a una computadora, tratando de interrumpir en lo más mínimo mi horario de trabajo, haciendo una por una cada entrada, y viviendo cada hora del 26 de julio con cada palabra aquí escrita, he hecho este dossier nombrado La pasión que los llevó al Moncada, parafraseando el título del libro sobre Haydée, que me llevó también, apasionadamente, a allí. 

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