Por Celia María Hart Santamaría
Hoy [el 31 de diciembre] es el cumpleaños de mi
madre. Coincide con el último día del año, pues para ella no era tan importante
el día en que nació, sino el día en que quiso nacer. Es como si el cariño
tuviera más derecho a la verdad que los propios acontecimientos. Extraño, por
cierto, esa sencilla máxima de mi madre... Entonces permítanme una historia:
No había criatura nacida del suelo de la tierra
que le causara a Haydée más placer que el girasol. En casa había girasoles en
todas sus formas. Pinturas, fotos, girasoles vivos y muertos... Van Gogh y su
sublime estridencia...