sábado, 1 de agosto de 2015

Mi hermana y Haydée



Aquellos días de agonía de mi hermana Kenia, pedí a Dios mil veces que la ayudara a descansar y no la dejara en ese sufrimiento. El día que murió, habían pasado exactamente 35 años de la muerte de Haydée, y no sé por qué extraña razón se me ocurrió pedirle a Yeyé también tal triste ayuda.
Horas más tarde cerré los ojos de mi hermana para siempre, y murió tranquilamente entre mis brazos. Otra vez ese extraño misticismo de la vida liga mi familia a Haydée.