El 26 de abril de 1957, estando acampada
la columna rebelde en el Alto de Santana y ya entrada la noche, se recibe la
noticia de que el grupo Manzanillo estaba rodeado por el enemigo en casa de
Lalo Sardiñas.
De inmediato, Fidel ordenó a Camilo, partir
con la vanguardia en auxilio de los compañeros. En la mañana del siguiente día,
la casa de Lalo Sardiñas está rodeada por el Señor de la Vanguardia y sus
hombres, pero este le informa que todos están a salvos en un cafetal próximo a
dicha vivienda. Sin pérdida de tiempo, Camilo salió para dicho lugar. Haydée
Santamaría, relató este encuentro:
“Nosotras estábamos
tranquilas en el cafetal. Vemos una gente que camina a prisa, y con cascos, y
digo:“Celia, están ahí.
“Yo veía venir aquella gente con cascos”.
“Celia, baja la cabeza, que nos van a matar.
“Y Celia me contesta”:
“¿Quién estará limpiando los instrumento de papá?”.
“Yo no sabía de qué instrumento ella me hablaba.
Y yo dije:
“Ya. Déjame ver el sol por última vez.
“Y cuando voy a mirar el sol, veo la cara sonriente de Camilo con aquellos dientes, porque Camilo tenía unos dientes maravillosos...”
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