28 de Julio de 2010
Por eso vuelvo a aquellas
líneas escritas como ráfagas, leo y encuentro en tan pocas palabras la
inmensidad que hace posible su presencia eterna.
Títulos: Revolucionaria.
Ocupación: Formalmente
directora de la Casa
de las Américas. De todos los trabajos que he hecho, este es el menos trabajo.
Actividades políticas: Cuanto
trabajo he hecho. A mi juicio en una sociedad como la nuestra, cada actividad
que se haga es política.
«Esto es lo que puedo decir» --dictó la modestia de la primera semilla de los Santamaría Cuadrado, nacida en Encrucijada «un 31 de diciembre...», según ella misma dejó impreso.
Así quedó impreso en una ficha
autobiográfica, y lo dijo todo…No le faltó escribir nada.
Aunque, desde el hogar de la Revolución
que fue su apartamento de La Habana, desde Santiago
de Cuba y desde la Sierra,
lleguen otras rebeldes palabras: fundadora del Movimiento 26 de
Julio, Heroína del Moncada, luchadora clandestina; soldado del Ejército
Rebelde --como más le gustaba verla al Che-- «en un día de año nuevo, con
todos los fusiles disparados y tirando cañonazos a la redonda».
Revolucionaria. ¡Con qué otro
título premiar tanta vocación, entrega y resistencia! Si no, ¿cómo verla junto
a Melba, con ese
pesado equipaje de armas y uniformes, marchando siempre a asaltar la aurora de
cada 26 Julio?
Solo así puede entenderse la vida
después de que la muerte se ensañara en Abel, el más
generoso, querido e intrépido de nuestros jóvenes, su fiel hermano y el de
todos los cubanos. Revolucionaria; humana razón para arriesgarse en el intento
de salvarle la vida al enemigo que dispara y mata. Razón y fuerza para guardar
silencio y no traicionar, a pesar del enemigo que tortura y asesina amores como
el tuyo, Haydée y el de Boris Luis Santa
Coloma.
Pero había y hay un amor para
resistir aquellas horas, «las más sangrientas, las más crueles, más crueles,
más violentas horas de nuestras vidas», como las sufridas después del Moncada.
Un amor para superar el dolor de la muerte de tantos amores, para traspasar los
barrotes con un mensaje de esperanza a unos padres sin Abel y con su Yeyé presa: «Mamá, piensa que Fidel también te
quiere, y que para Abel, Cuba y Fidel eran la misma cosa, y Fidel
te necesita mucho (...)».
Había y hay una pasión mayor que
--como una vez la nombró--, sigue llamándose Cuba.
En aquellas escasas líneas de su
autobiografía, está esa pasión a la que nada más podría agregarle. Resumen de
una vida que culminó el 28 de julio de 1980; solo parte de calendario
infinito en el que seguimos marcando los cumpleaños de Yeyé; la valentía, la
dignidad, el honor, y la grandeza de Haydée.
Por eso, para ahogar la voz de la
muerte, a Encrucijada llegan anécdotas, pensamientos, versos, y eco
de aquellos días en que albergó en su alma a aquellos incomprendidos
jóvenes «armados» de guitarras, que junto a ella, desde la Casa de las
Américas, dispararon acordes y canciones que hoy se escuchan por ella.
Allí, en la gran Casa que para
América y el mundo fundaste en la capital cubana, vuelve a oírse el vozarrón de
Julio
Cortázar mezclándose con la letra de tantos enormes de las letras,
para poblar de poesía, cuentos, novelas, teatro el sitio que soñaste para la
literatura y el arte de entonces, de hoy y del mañana.
Pero vuelvo una vez más a las
palabras que la modestia dictó:
«Esto es lo que puedo decir. A
partir de este momento, cualquier compañero que desee completar mi ficha
biográfica contará con mi aprobación.»
Y hoy, en su natal Encrucijada se
evoca la infancia y la trayectoria de la primera de los cinco hermanos
Santamaría Cuadrado. Hay elogios, agradecimientos, homenajes,
evocaciones...; para continuar escribiendo las páginas de su imprescindible
historia.
Pero aún así, creo insuperable la
inmensidad de sus palabras: «Títulos: Revolucionaria» (...) «Actividades
políticas: Cuanto trabajo he hecho (...) «Esto es lo que puedo decir»;
Así, en una escueta cuartilla,
desde la modestia dejó plasmada toda inmensidad. Y hoy 28 de julio,
cuando la efeméride viene ligada a la muerte, prefiero recordarla desde la
inmensa modestia de su grandeza; porque Haydée Santamaría Cuadrado, la
encrucijadense del Moncada, del Movimiento 26 de Julio, de la Sierra , de la Casa.. ., del primer Comité
Central del Partido..., desde estos días sigue marcando aniversarios de
vida en el calendario de su presencia eterna.
Porque Yeyé, hizo
y continuará haciéndolo todo por esta gran pasión que sigue siendo Cuba.
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