Cortesía de Norma M. Ruiz Santamaría
Celia fue una
revolucionaria visceral. Llevaba por dentro a José Martí desde la más temprana
adolescencia. Sus mayores pasiones, hasta sus últimos momentos, fueron Fidel y
la Revolución, a los que hay que añadir, ¿cómo bella obsesión?, su amor por los
Cinco Héroes. Su máxima era, “hay que hacer más cosas”, no es suficiente
todavía.
Nota
Introductoria, Norma M Ruiz Santamaría
Varias fueron
las cartas cruzadas entre Celia Hart Santamaría y los héroes cubanos prisioneros en los Estados Unidos. Hasta su muerte en 2008 estuvo la hija de
Haydée escribiéndole a aquellos hombres que como su madre, lo dieron todo por
la Revolución. A ellos dedicó el libro Les debo verlos libres, publicado por la
sociedad cultural José Martí en 2009.
“Tenemos Cinco
presos de guerra que, en aquellos momentos trágicos, dieron su libertad por
nosotros, y debemos traerlos de vuelta, haciendo uso de las leyes, pero ellas
solas no bastan. Ni bastan sus fotos colgadas en las tiendas. (…) Ellos saldrán
liberados cuando dentro sean más peligrosos que afuera, como diría el hermano
de René”. Contraportada, Celia Hart.
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